Una proyección, realizada con base en una veintena de indicadores
biofísicos y socioeconómicos, muestra que en 18 años
podría ser deforestado el 64,5% de la cobertura vegetal del
Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure
(TIPNIS), lo que implica 610.848 hectáreas.
La amenaza está dada por la posibilidad de construcción
de una carretera en ese territorio en el que tienen parte tanto
San Ignacio de Moxos (Beni) como Villa Tunari (Cochabamba). Sin
embargo también se hicieron proyecciones de deforestación
en condiciones “sin carretera”.
Los resultados de la investigación elaborada por un equipo
de Fundación Natura se presentaron este 29 de marzo en una
mesa organizada por el PIEB para difundir la información
y generar interés en distintas instancias gubernamentales.
El estudio “Viabilidad económica e institucional para
el desarrollo de iniciativas de Bosque y Cambio Climático
en el TIPNIS” fue coordinado por María Teresa Vargas
en el marco de la convocatoria “Sostenibilidad de las Áreas
Protegidas en la cuenca Amazónica de Bolivia”, que
está organizada por el Programa de Investigación Estratégica
en Bolivia (PIEB) con apoyo financiero de la Embajada del Reino
de Dinamarca.
La deforestación proyectada para los 18 años equivale
a 90 millones de toneladas de dióxido de carbono liberadas
a la atmósfera, con un valor de entre 100 a 200 millones
de dólares en los mercados mundiales de carbono.
El estudio es bastante amplio e incluye análisis del costo
de oportunidad de la tierra, un análisis de la situación
institucional, una evaluación de las oportunidades y limitaciones
del territorio, así como recomendaciones para los operadores
de políticas.
Carlos Fuentes, del Programa Nacional de Cambio Climático,
y Xavier Claros, técnico del SERNAP, coincidieron en calificar
como importante la información sobre deforestación
construida por los investigadores porque puede ser utilizada como
insumo en los proyectos que prepara el gobierno.
El jefe de protección del TIPNIS, Raúl Urquieta, sugirió
la introducción de varias precisiones al estudio, mientras
que el asesor del Gran Consejo Tsimane Danny Durán recomendó
que cualquier propuesta sea llevada adelante mediante consenso con
los pueblos indígenas y con miras a un desarrollo sostenible.
Por parte del PIEB, Godofredo Sandoval resaltó la coincidencia
de los invitados en la necesidad de buscar consenso con los pobladores
de las áreas protegidas antes de ejecutar cualquier proyecto,
además invitó a los responsables de unidades gubernamentales
a utilizar los resultados de la investigación con miras a
construir sus políticas de intervención.
Fuente:
PIEB (29 de marzo de 2011)