TERRITORIO INDÍGENA y PARQUE NACIONAL ISIBORO SÉCURE
T I P N I S
Este libro rescata y documenta la SABIDURÍA de los Yurakarés y Moxeños del TIPNIS en el uso de las plantas medicinales (522 págs.; oct. 2006) |
El estudio de la flora del TIPNIS es todavía reducido. Se cree que hay especies de orquídeas y otras plantas aún NO descubiertas. Los últimos manchones de mara del trópico se encuentran en el TIPNIS y es muy APETECIDO por los madereros. Un árbol muy singular es el mapajo que precisa el abrazo de doce personas para rodear su corteza. Se cree que hay ejemplares que tienen entre 400 y 500 años de existencia. Esta grandeza podría contrastar con la abeja señorita que mide 3 milímetros y produce miel... Esta diversidad sólo puede hacernos pensar en el paraíso. Sin embargo, es un espacio también FRÁGIL donde la desaparicón de una especie animal o vegetal podría determinar una extinción en cadena.
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Si bien el conocimiento de la biodiversidad en el TIPNIS es aún muy limitado, algunos inventarios preliminares permiten prever una muy alta diversidad de especies, especialmente en las formaciones boscosas del piedemonte y la serranía subandina. Hasta ahora en el TIPNIS hay 602 especies de plantas registradas distribuidas en 85 familias y 251 géneros. Sin embargo se estima la existencia de unas 2.500 a 3.000 especies de plantas vasculares, lo cual representaría entre el 12,5% y el 15% de las 20.000 especies de flora vascular estimadas para Bolivia. Estas estimaciones están en relación con el hecho de que el TIPNIS contiene gran parte de la diversidad florística de bosques amazónicos, pero también con la gran cantidad de epifitos -principalmente de orquídeas cuyos patrones de diversidad ascienden a medida que se sube hacia los bosques montanos (Fernández, E. y Altamirano, S., 2004). El TIPNIS estaría por tanto entre las APs de carácter nacional de mayor diversidad florística. La
diversidad florística está fuertemente influenciada
por la heterogeneidad paisajística, siendo las serranías
sureñas las que albergan una gran riqueza de especies
y de distribución restringida, no sólo por la
gran cantidad de hábitats, sino también por la
presencia de microclimas. En laderas pluviales se presentan
endemismos significativos, tal es el caso de Talauma boliviana
registrada sólo en los bosques pluviales amazónicos
de tierra firme del Chapare (Fernández, E. y Altamirano,
S., 2004). En un estudio preliminar, se han identificado unas
16 especies de flora que tienen algún
tipo de categoría de amenaza y que de alguna u otra manera
tiene valores prioritarios de conservación.
Entre éstas, resaltan varias especies de orquídeas
y palmeras, que son las más susceptibles a cambios en
las condiciones de su hábitat. También
destacan especies de árboles maderables de madera fina
como la mara (Swietenia macrophylla) y el cedro (Cedrela odorata)
(Fernández, E. y Altamirano, S., 2004). En el TIPNIS,
las zonas con mayor prioridad para la conservación de
flora son las serranías y laderas pluviales a pluviestacionales
del pie de monte, que se caracterizan por su peculiaridad y
heterogeneidad. Las serranías subandinas presentan
también un alto grado de endemismo
aún no documentado en su totalidad. Además,
estas áreas se constituyen en las cabeceras y nacientes
de los ríos (Fernández, E. y Altamirano, S., 2004).
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